Justo cuando acabamos un concierto, se acercan entusiastas del público para conversar con nosotros, preguntar por los instrumentos, hacer fotos y hablar sobre la música que hemos interpretado. Es un momento muy agradable, del que surgen temas y preguntas interesantes. Hace poco, me preguntaban por qué se dejarían de tocar instrumentos como el oud, o la darbouka y por qué se abandonaron estas músicas.
Es un tema curioso, porque si bien han perdurado costumbres musicales como el “¡ole!”, que viene de la expresión andalusí “oh Alá”, que se usaba cuando el artista, cantante o poeta, cantaba o recitaba algo bello que emocionaba, ciertos instrumentos y repertorios desaparecieron de la escena musical. ¿Qué ocurrió? Resulta que en los difíciles tiempos siguientes a la toma de Granada (1492 en adelante…) los vencedores empiezan a tener recelo sobre la población mudéjar, posteriormente denominados moriscos, (una vez que fueron bautizados a la fuerza), al tener costumbres diferentes y hablar un idioma que no entienden. Poco a poco van siendo marginados, empeorando la situación con prohibiciones como la Pragmática de febrero de 1567:
“(...) por las tardes se reúnen en casa de parientes o amigos a charlar, contar historias y a menudo se canta y se baila".
La Inquisición argumentaba que se cantaba en árabe y que podrían ser canciones ofensivas hacia la fe cristiana. A tal punto se llegó a vigilar a los moriscos que se creó la figura del "alcalde de cantoras y cantores" (Carta de Merced del Oficio de Alcalde, conservada en el Archivo General de Simancas).
Este alcaide era como una especie de juez que acudía a las celebraciones moriscas donde había música, para evitar que se tocasen instrumentos prohibidos y que "no se tañera a la mahometana", es decir, que no se tocasen ciertas canciones con estos instrumentos prohibidos, y que no se cantara en árabe ni se bailaran danzas andalusíes, y mucho menos con calzado rojo. Con la definitiva expulsión de los moriscos años más tarde, quedarán en el olvido instrumentos como el rabab, el oud, la darbouka...Y una tradición de siglos sobre una manera de hacer música, poesía y danza. Finalmente se olvidaría "tocar a la mahometana".
Aunque, del todo del todo no se ha olvidado... siempre nos quedará el "¡OLÉ!"
Moriscos: así denominados por haberse bautizado, eran la población islámica que tras la conquista cristiana se había quedado en el mismo territorio, siendo respetada la práctica de sus usos y costumbres. Eran conocidos como mudéjares por vivir bajo régimen feudal cristiano. Tras ser obligados a bautizarse pasaron a ser identificados como “cristianos nuevos” o moriscos.