El sonido olvidado.
El oud, el santur, el rabab, la vihuela de péñola, la zanfona, el canun… Son algunos nombres que no suelen escucharse por nuestras viejas calles.
Nombres medievales que correspondían a instrumentos musicales de cuerda que dejaron de tocarse y de construirse con el paso de los siglos.
Hasta hace muy poco, el recuerdo de estos instrumentos se encontraba en el silencio de la piedra, en desgastadas esculturas en pórticos de iglesias, donde músicos inmortales parecían tañer estos artefactos sonoros, o en ajados pergaminos, donde instrumentos y partituras permanecían callados.
Los instrumentos perdidos de al-Andalus.
Los instrumentos perdidos de al-Andalus es un viaje sonoro por las calles de la ciudad medieval. Emilio Villalba, dispone ante el espectador, diez reproducciones de estos míticos instrumentos musicales. Instrumentos de cuerda frotada como el rabab, la fídula, la zanfona, instrumentos de cuerda pulsada como la vihuela de péñola, la guitarra morisca, el oud, o percutida como el santur o el canun. Toda una diversidad de sonidos, de lenguaje musical propio. Toda una variedad de diseños, de formas y colores creados por especialistas luthieres.
Instrumentos que nos cuentan secretos olvidados de al-Andalus, de historias en las juderías, en los arrabales o en los salones y jardines de palacios. Secretos olvidados de la artesanía musical medieval; cómo se aprendía música, quién hacía los instrumentos, cómo eran los talleres, de dónde sacaban las cuerdas…